
En el sector de la construcción y la instalación de vidrios, es fundamental comprender las características y limitaciones de los distintos tipos de vidrio. Uno de los aspectos más importantes a considerar es la tolerancia en flexión, especialmente en vidrios laminados. Esta flexión, también conocida como combadura, es una deformación natural que ocurre debido al peso del propio vidrio y los procesos de fabricación.
¿Qué es la flexión o combadura en los vidrios laminados?
Los vidrios laminados están compuestos por dos o más capas de vidrio unidas por una capa intermedia de polímero, lo que les otorga mayor seguridad y resistencia. Sin embargo, debido a su composición, es común que presenten una cierta curvatura o flexión con el tiempo. Esta deformación no es un defecto, sino una consecuencia natural de la fabricación y del peso del vidrio.

Cómo podemos reducir la flexión en el vidrio?
Si se desea minimizar la flexión del vidrio, la recomendación es utilizar vidrio templado. El vidrio templado, sometido a un tratamiento térmico, es significativamente más fuerte que el vidrio común, y esto ayuda a reducir la combadura, ya sea de manera total o local.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que ningún vidrio queda completamente plano después de los procesos de fabricación. Incluso el vidrio templado, aunque reduce las deformaciones, no elimina por completo este fenómeno.
¿Por qué es importante conocer la tolerancia del vidrio antes de la instalación?
Comprender la tolerancia del vidrio es crucial al planificar cualquier tipo de instalación, ya que una incorrecta anticipación de la combadura podría afectar la estética y el rendimiento del proyecto. Si no se consideran estos aspectos, el resultado final podría no cumplir con las expectativas del cliente o con los estándares de calidad requeridos.
Conclusión
Si bien la flexión o combadura es un fenómeno natural en los vidrios laminados, es posible reducir su impacto con el uso de vidrios templados. No obstante, es esencial que los profesionales y clientes tengan en cuenta que ningún vidrio quedará completamente plano como en su estado original. La comprensión de estas tolerancias es clave para asegurar una instalación exitosa y sin sorpresas.