Claves para elegir entre el vidrio Bajo Emisivo y vidrio de Control Solar.
¿Cuál se ajusta mejor a tus necesidades?

El vidrio es un componente esencial en la arquitectura contemporánea, no solo por su función estética, sino también por su capacidad para influir en el bienestar y la eficiencia energética de un edificio. En el mercado actual, dos tipos de vidrio han emergido como líderes en este ámbito: el vidrio bajo emisivo y el vidrio de control solar. Ambos ofrecen atributos únicos y se adaptan a diferentes entornos y demandas climáticas. Aquí te detallamos las diferencias entre estas dos opciones y te ayudamos a identificar cuál es la elección óptima para tus proyectos.

Vidrio Bajo Emisivo:

El vidrio bajo emisivo, conocido también como vidrio de baja emisividad, se caracteriza por una delgada capa de óxido metálico, usualmente estaño o plata, que actúa como una barrera contra la radiación térmica. Esta propiedad permite mantener el calor dentro del edificio durante el invierno y bloquear el exceso de calor en verano. Sus beneficios principales son:

  • – Mejora la eficiencia energética al reducir las pérdidas de calor en invierno y la ganancia de calor en verano.
  • – Mantiene una temperatura interna estable y confortable durante todo el año.
  • – Disminuye la necesidad de calefacción y refrigeración, lo que se traduce en ahorros significativos en el consumo energético.
  • – Prevención de la condensación en el vidrio, garantizando una visión clara y sin obstrucciones.

Vidrio de Control Solar:

Por otro lado, el vidrio de control solar está diseñado para limitar la cantidad de radiación solar que penetra en el edificio, sin afectar en gran medida la entrada de luz visible. Además de contar con una capa de baja emisividad similar al vidrio bajo emisivo, integra otras tecnologías para gestionar la transmisión de calor solar. Sus ventajas destacadas son:

  • – Reducción del calentamiento excesivo en el interior del edificio al bloquear una porción considerable de la radiación solar.
  • – Menor carga térmica en los sistemas de aire acondicionado, lo que se traduce en ahorros en costos de refrigeración en climas cálidos.
  • – Protección de muebles, suelos y otros elementos interiores contra la decoloración y el deterioro ocasionados por la exposición prolongada al sol.
  • – Mantenimiento de una iluminación natural adecuada dentro del edificio, fomentando el bienestar y la productividad de los ocupantes.

Elección:

La selección entre vidrio bajo emisivo y vidrio de control solar dependerá de factores como el clima local, las necesidades de confort térmico, la orientación del edificio y el presupuesto disponible. En líneas generales, el vidrio bajo emisivo se recomienda para áreas con inviernos fríos y veranos cálidos, mientras que el vidrio de control solar es más adecuado para climas predominantemente cálidos y soleados. Ambas opciones ofrecen ventajas significativas para mejorar la eficiencia energética y el confort térmico del edificio, y pueden complementarse mutuamente para maximizar sus beneficios. Al considerar tus requerimientos específicos y las condiciones locales, podrás tomar una decisión informada sobre qué tipo de vidrio se ajusta mejor a tus necesidades arquitectónicas. No dudes en buscar orientación profesional para garantizar que tu elección sea la más adecuada para tus proyectos.

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